La inteligencia artificial (IA) está demostrando ser mucho más que una herramienta de automatización. Hoy, se posiciona como un motor estratégico que permite tomar decisiones más inteligentes, basadas en datos, con un impacto directo en la rentabilidad y la sostenibilidad operativa del sector de los servicios públicos.
Uno de los campos donde la IA ha generado valor es en la gestión de cobros. Gracias al análisis del comportamiento de pago, es posible identificar cuentas de alto riesgo y priorizar esfuerzos de recuperación de manera mucho más efectiva.
Un claro ejemplo de esta aplicación es en uno de nuestros clientes, quien logró transformar con éxito su estrategia de gestión de cobro utilizando inteligencia artificial y automatización. Pasaron de un modelo de segmentación basado en predios a otro centrado en los clientes para priorizar mejor las cuentas con deudas de alto valor. La empresa automatizó actividades clave como el análisis de deudas, la creación de órdenes de trabajo y su cierre. Al integrar funciones de facturación, pagos y órdenes de trabajo en una sola plataforma de gestión de cliente, se permitió la cancelación en tiempo real de órdenes de desconexión tan pronto como se recibía un pago, eliminando visitas innecesarias a los predios, reduciendo sus costos asociados y mejorando la asignación de recursos.
Los resultados fueron sustanciales: se eliminó el 100% del esfuerzo manual requerido para el análisis y la asignación de planes de gestión de cobros, mientras que el esfuerzo para asignar o cancelar órdenes de trabajo se redujo en un 66%. Las órdenes de desconexión no asignadas cayeron del 53% al 22%, y la empresa ahorró hasta un millón de dólares en 2024 al evitar actividades de desconexión innecesarias.
La IA no es solo una herramienta para la eficiencia; es una palanca estratégica para la reducción de costos, la protección de los ingresos y operaciones más inteligentes.