El sistema eléctrico está atravesando una transformación profunda, en la que se disminuye el uso de combustibles fósiles y se aumentan los recursos renovables. Este cambio, aunque esencial para la descarbonización y protección del medio ambiente, trae consigo retos significativos para la estabilidad de la red, creando una nueva frontera en donde no solo se produce energía limpia, sino que se debe absorber, almacenar y distribuir inteligentemente. Es aquí donde las plataformas tecnológicas que gestionan eficientemente la flexibilidad energética serán clave para que las distribuidoras y comercializadores reescriban las reglas del sistema eléctrico.
Por años, el objetivo de la transición energética parecía bastante directo: incluir recursos renovables en la red a través de turbinas y paneles solares. En este sentido, muchos países están logrando cumplirlo en una escala masiva, pero todo este éxito revela un nuevo y complejo desafío: ¿Qué pasa cuando la energía renovable generada es mayor que la que la red puede gestionar?
La conversación sobre la transición está cambiando de un problema de generación a un problema de gestión de un sistema energéticamente más limpio, pero operativamente mucho más complejo. La antigua predictibilidad ha desaparecido, dando paso a la volatilidad. Para las empresas distribuidoras y comercializadoras, este no es solo un desafío técnico; es una disrupción fundamental de su modelo de negocio. La adaptación para liderar en este nuevo paradigma es la flexibilidad.
¿Qué es exactamente la flexibilidad energética?
En su esencia, la flexibilidad es la capacidad del sistema para ajustar la oferta y la demanda con agilidad en minutos, horas o días, equilibrando la red sin perder la calidad del servicio. No se trata de consumir menos, sino de consumir mejor: desplazar consumos eléctricos de horas punta a horas valle, almacenar excedentes renovables y modular equipos sin afectar las necesidades del usuario.
De acuerdo con el último informe de Entra sobre El rol de la flexibilidad en la firmeza y resiliencia del sistema, estos afirman que:
“La flexibilidad del lado de la demanda (Demand Side Flexibility, DSF) se configura como un elemento estratégico capaz de abordar simultáneamente los tres grandes desafíos del trilema energético europeo: seguridad de suministro, sostenibilidad y asequibilidad.” [1]
Esto se logra a través de tecnologías y mecanismos como el almacenamiento en baterías y térmico, la automatización de procesos industriales, la participación de los consumidores, la gestión inteligente de la recarga de vehículos eléctricos, entre otros. En lugar de construir nuevas centrales para cubrir picos de demanda de unas pocas horas al año, la flexibilidad permite “aplanar” esas curvas utilizando los recursos ya conectados a la red.
La urgencia de la flexibilidad: un imperativo económico y regulatorio
La necesidad de flexibilidad no es teórica; está impulsada por objetivos ambiciosos y realidades de mercado, por ejemplo, El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de España, apunta a que un 74% de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables para 2030 [2] y en toda Europa, el 66% [3]. Adicionalmente, en 2024 España alcanzó un récord en generación renovable del 57% del total de su mix de energía [4]. Un sistema con tal penetración de energía variable es simplemente inviable sin mecanismos masivos de flexibilidad para gestionar la intermitencia y volatilidad.
Por su parte, la falta de flexibilidad se manifiesta como un aumento de la volatilidad de los precios, la congestión de la red e inestabilidad de la tensión. Los costes de la gestión de estos problemas son sustanciales, ya que en 2023 alcanzaron los 4.300 billones de euros en la UE y se prevé que superen los 100. 000 millones de euros en 2040 sin una inversión acelerada en la red [5]. Además de estos altos costes, el incremento de la energía renovable en el mercado genera el fenómeno del precio negativo, una situación en la que los productores deben pagar a la red para tomar su electricidad; esto sucede cuando la generación renovable supera masivamente la demanda. Un informe de 2024 del grupo energético Nexus Energía describe cómo una ‘exuberancia en la generación renovable’ en España llevó a horas con precios cero o negativos, provocando importantes desequilibrios en el mercado [6].
Por otro lado, los beneficios potenciales de la gestión eficiente y flexible de la red son enormes. Por su lado, Entra dice que “los mercados locales de flexibilidad proporcionan una capa adicional, ofreciendo a los consumidores la posibilidad de ofertar servicios de respuesta de la demanda a precios y horarios variables, en función de las necesidades expresadas por el DSO.” [7] Adicionalmente, un informe para la asociación europea smartEn estima que activar plenamente la flexibilidad de la demanda en la UE para 2030 podría generar [8]:
- Ahorros de 71.000 millones de euros anuales para los consumidores.
- Una reducción de 37,5 millones de toneladas de CO₂ al año.
- Una disminución del 61% en los vertidos de energía renovable, aprovechando energía limpia que de otro modo se desperdiciaría.
La flexibilidad ya no es una opción, sino la condición para la viabilidad de un sistema eléctrico descarbonizado, seguro y asequible.
La transformación de roles: ¿Qué significa esto para las utilities?
La flexibilidad redefine por completo el papel de las utilities tradicionales. Tanto distribuidoras como comercializadoras se enfrentan a la necesidad de evolucionar de proveedores de un commodity a gestores de un sistema complejo y dinámico.
Para las distribuidoras: de gestor unidireccional (DNO) a facilitador de mercado bidireccional (DSO)
El distribuidor está pasando de ser un operador pasivo de una infraestructura unidireccional a un gestor de un sistema activo con autoconsumo, almacenamiento y VE. Con hasta un 70% de las nuevas renovables conectándose a sus redes, deben gestionar flujos bidireccionales, congestiones locales en tiempo real y mantenimientos programados o no programados de la generación de pequeña escala y autoconsumo, embebida en sus redes.
El gran desafío es pasar de un modelo basado en CAPEX, centrado en el esfuerzo de la red, a uno que integre OPEX para compra y gestión eficiente de servicios de flexibilidad. Es decir, migrar a un modelo de Totex. Esto da lugar a los mercados locales de flexibilidad, donde los DSO pueden adquirir servicios de recursos distribuidos para resolver problemas de congestión de forma más rápida y económica. Además, deberá optimizar las inversiones y mantener las tarifas competitivas para los consumidores, como gran objetivo central. Sin embargo, esto requiere una inversión decidida en digitalización.
Para esto es crucial el fortalecimiento de un entorno regulatorio integral para gestionar las nuevas condiciones de la red; por su parte, la Reforma del diseño del mercado eléctrico (EMDR) promulgada en junio de 2024, es un importante componente jurídico diseñado para que el mercado responda mejor a la variabilidad de las energías renovables e iniciativas como las Evaluaciones de necesidades de flexibilidad (FNA) que exige a los gestores de red de transporte (GRT) y DSO de cada Estado miembro realicen un FNA nacional cada dos años, son clave para proyectar las necesidades de flexibilidad en un horizonte de 5 a 10 años y formar la base de la política.
Para las comercializadoras: del negocio del KWH a la era del agregador de valor
En un mercado con más de 500 comercializadoras activas solo en España y con clientes que ahora producen su propia energía, el modelo tradicional de compraventa de energía tiene los días contados. La oportunidad reside en reposicionarse como agregadores y gestores de la flexibilidad de sus clientes.
El nuevo modelo de negocio se basa en ofrecer servicios de valor añadido:
- Gestión integral de activos: Instalar, operar y optimizar paneles solares, baterías, cargadores de vehículos eléctricos y smart appliances bajo una misma plataforma, con tecnologias como IA para pronóstico, programación y liquidación de ahorros/ingresos.
- Plataformas digitales: Ofrecer a los clientes herramientas para monitorizar su consumo, señales horarias más granulares con liquidación cada 15 o cada 5 minutos y participar activamente en el mercado a través de tarifas dinámicas para trasladar precios reales y habilitar automatización.
- Servicios de agregación: Agrupar la flexibilidad de miles de pequeños clientes para ofertarla en los mercados de ajuste del sistema o en los nuevos mercados locales de los DSO.
Las comercializadoras que no inviertan en estas capacidades corren el riesgo de perder la relación con el cliente frente a nuevos actores más ágiles y centrados en la tecnología.
El cliente en el centro: el ascenso del “prosumidor” activo
La transformación más profunda de este nuevo paradigma no es solo tecnológica o de mercado, sino social. El consumidor, tradicionalmente un actor pasivo al final de la cadena, se está convirtiendo en el protagonista.
Este nuevo rol de prosumidor no solo paga una factura, sino que genera, almacena, gestiona y hasta vende energía. Impulsado por la caída de costes de la tecnología solar y el almacenamiento, y amparado por normativas que fomentan el autoconsumo y las comunidades energéticas, el cliente ahora tiene el poder de optimizar sus recursos.
Fenómenos como el boom del autoconsumo en España, cuya capacidad instalada se ha multiplicado por veinte desde 2018 [9], demuestran que este cambio es una realidad tangible. Los clientes ahora pueden:
- Ahorrar en su factura eléctrica generando su propia energía limpia.
- Participar en el sistema a través de comunidades energéticas, democratizando el acceso a la energía renovable.
- Ofrecer su flexibilidad a la red, por ejemplo, programando la carga de su vehículo eléctrico en horas valle o permitiendo que un agregador gestione su batería, y ser remunerados por ello.
Este empoderamiento sitúa al cliente en el centro del ecosistema, donde sus decisiones y los recursos distribuidos que gestiona se convierten en una pieza clave para democratizar el sistema y reforzar la resiliencia frente a eventos extremos. Con esto, se transforma la relación con su proveedor de energía de una simple transacción en una verdadera asociación.
Las soluciones de flexibilidad no son solo en la red
Para gestionar la flexibilidad desde diferentes aristas se necesita un portafolio variado de soluciones que resuelvan las necesidades operativas, tecnológicas y de negocio, las cuales trabajan en sinergia para navegar este mercado energético moderno.
Una de las perspectivas está del lado del almacenamiento de la energía, la cual es fundamental para absorber el excedente de generación renovable y liberarlo cuando sea necesario. En este sentido, están las baterías estacionarias (BESS), ideales para manejar fluctuaciones diarias a corto plazo, pueden absorber el exceso de energía solar durante el día y liberarla durante unas horas para reducir la demanda máxima de la noche.
Se prevé que la capacidad a escala de red de la UE alcance los 74 GW en 2030 [10], superando a la hidroeléctrica de bombeo. También están las baterías móviles (EV) a partir de tecnología Vehicle-to-Grid (V2G) que ofrece un potencial significativo, pero enfrenta obstáculos tecnológicos y regulatorios, y las LDES emergentes que son baterías de almacenamiento de hidrógeno, almacenamiento de energía de aire comprimido (CAES) y flujo para abordar las necesidades semanales y estacionales. Adicionalmente, el almacenamiento de energía térmica (Thermal Energy Storage – TES) proporciona otra alternativa de flexibilidad al sistema eléctrico, especialmente en relación con la calefacción y la climatización.
Otra arista involucra la gestión de la demanda que implica adaptar los patrones de consumo de electricidad en respuesta a las condiciones de la red, ya sea a través de señales de precios, flexibilidad implícita o activación directa por parte de un operador, flexibilidad explícita. Con esto surgen productos comerciales que permiten a los clientes industriales, por ejemplo, generar ingresos participando en los mercados de arbitraje de precios y ajuste del sistema.
Por otro lado, hay una arista a nivel empresarial y de negocio que representa la necesidad de una plataforma moderna que conecte procesos comerciales, datos horarios, reglas técnicas y liquidaciones económicas en un solo lugar, ya que los sistemas de gestión de clientes (CIS) y facturación tradicionales no fueron diseñados para este ecosistema dinámico de prosumidores, contratos de flexibilidad y mercados en tiempo real. Aquí es donde entran en juego plataformas que hayan sido concebidas para la era de la flexibilidad, con capacidades para:
- Integrar agregadores de energía, clientes industriales y datos de la red en un sistema único y flexible.
- Configurar nuevos productos de flexibilidad con alta granularidad a través de un catálogo de productos y servicios, adaptándose rápidamente a la regulación.
- Orquestar procesos como la habilitación y contratación de recursos flexibles mediante un ágil motor de solicitudes y flujos de trabajo inteligentes.
- Gestionar y validar datos de consumo horario (MDM) provenientes de millones de contadores inteligentes, aplicando reglas para verificar las curvas de flexibilidad entregadas.
- Liquidar incentivos y pagos asociados al cumplimiento de los contratos de flexibilidad con un potente motor de facturación.
- Integrarse de forma nativa con sistemas, plataformas de mercado y los sistemas de otros actores a través de un motor de integraciones.
En resumen, se trata de una plataforma que proporciona la inteligencia operativa y comercial necesaria para convertir los desafíos de la flexibilidad en un modelo de negocio rentable y escalable.
¿Estás listo para unirte a la revolución de la energía inteligente?
El futuro de la transición energética ya no es solo una carrera para construir más capacidad renovable. La nueva frontera consiste en crear un sistema inteligente, flexible e interconectado que pueda gestionar el flujo y reflujo de la energía limpia. La transición exige una reinvención estratégica: de vender electrones a orquestar datos, de gestionar activos físicos a habilitar plataformas de servicios.
A medida que la red se convierte en una calle dinámica de doble sentido, la pregunta clave ya no es solo cómo generamos energía limpia, sino cómo todos participamos en su uso.
Es aquí donde Open Intelligence, a través de su plataforma moderna Smartflex, transforma la operación de distribuidoras y comercializadoras facilitando la incorporación de nuevos modelos de negocio que responden a los cambios del mercado energético, soportados en procesos medibles, facturables, trazables, auditables y rentables. Smartflex equipa a las empresas con herramientas para transformar los desafíos de la flexibilidad en ventajas competitivas construyendo un modelo de negocio resiliente y centrado en el cliente.
Referencias
[1] Entra Agregación y Flexibilidad, El rol de la flexibilidad en la firmeza y resiliencia del sistema, Septiembre 2025 https://entra-coalicion.com/wp-content/uploads/2025/09/Informe-El-rol-de-la-flexibilidad-en-la-firmeza-y-resiliencia-del-sistema.pdf
[2] Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/images/es/pnieccompleto_tcm30-508410.pdf
[3] European Commission, National energy and climate plans, 2021 – 2030 https://commission.europa.eu/energy-climate-change-environment/implementation-eu-countries/energy-and-climate-governance-and-reporting/national-energy-and-climate-plans_en#documents
[4] Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/images/es/pnieccompleto_tcm30-508410.pdf
[5] Nexus Energía, Resumen ejecutivo, 2024 https://www.nexusenergia.com/wp-content/uploads/2025/06/Resumen-ejecutivo-2024-2.pdf
[6] European Parliament, Increasing Flexibility in the EU Energy System, March 2025 https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2025/769347/ECTI_STU(2025)769347_EN.pdf
[7] Renewable Energy Magazine, Energías Renovables, https://www.energias-renovables.com/
[8] Entra Agregación y Flexibilidad, El rol de la flexibilidad en la firmeza y resiliencia del sistema, Septiembre 2025 https://entra-coalicion.com/wp-content/uploads/2025/09/Informe-El-rol-de-la-flexibilidad-en-la-firmeza-y-resiliencia-del-sistema.pdf
[9] El periódico de la energia, El autoconsumo supera ya los 8 GW en España, pero se queda lejos de los objetivos de 19 GW a 2030, Enero 2025 https://elperiodicodelaenergia.com/el-autoconsumo-supera-ya-los-8-gw-en-espana-pero-se-queda-lejos-de-los-objetivos-de-19-gw-a-2030/
[10] European Parliament, Increasing Flexibility in the EU Energy System, March 2025 https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2025/769347/ECTI_STU(2025)769347_EN.pdf
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